Vivir cerca del bosque proporciona muchas oportunidades de disfrutar, viendo a los animales vivir en libertad. En muchos países existe una larga tradición en dedicarse a proveer de alimento a los pájaros, instalando comederos y puntos de agua en el jardín, con el propósito de contribuir a su subsistencia y a disfrutar de su presencia.
Yo he instaurado la tradición en casa y llevo ya unos años dedicándome a investigar las posibilidades de atraer diferentes especies al jardín instalando comederos que suelo construir aprovechando elementos naturales reutilizados. Pongo a su disposición alimentos diferentes en función de las épocas del año y otras circunstancias.
Cuando bajan las temperaturas en invierno, los pájaros agradecen un aporte extra de calorías para hacer frente al frío y las condiciones adversas y es un momento inmejorable para atraerlos, colocando a su alcance alimentos especialmente energéticos.
En las fotos siguientes podéis ver a un carbonero común (Parus major) degustando unas lonchas de grasa de jamón.