Por si alguien se pregunta qué ha pasado con las peras, hago a continuación un breve resumen:
- Compré tres peras el sábado 11 con la intención de saber si las currucas y otras especies que visitan el jardín se sienten atraídas por ellas.
- Una pera, se la comió una amiga el jueves 16.
- Otra pera sigue madurando, aunque parezca mentira.
- La tercera pera la corté por la mitad el día 20, hace tres días. La mitad inferior lleva colgada desde entonces en el jardín. La superior pasó a formar parte de los ingredientes de la ensalada, ese mismo día.
- No he visto a ningún pájaro acercarse a la pera hasta hoy. Sin embargo, esta mañana una inspección visual a distancia me ha hecho pensar que alguien la había probado.
- Una inspección posterior, de proximidad, me ha confirmado que probablemente algún pájaro le ha hincado el pico. La siguiente fotografía constituye una prueba documental:
- Minutos después he sorprendido a un herrerillo común picoteando la pera. No me ha dado tiempo de hacerle ninguna fotografía.
¡Bravo herrerillo! En casa tenemos la impresión de que esta especie es la más curiosa y osada de las que visitan el jardín. Es siempre la primera que se acerca y se atreve a probar, cualquier novedad que se les ofrezca.
Un último punto a añadir al resumen anterior:
- Las manzanas que ahora tengo colgadas en el jardín están ya en la piel. De momento, no tengo intención de renovarlas. Si a alguien le apetece picotear fruta tendrá que animarse a probar la pera…