Marionetas creadas por las mujeres integrantes de la compañía
Este proyecto nació fruto de una iniciativa personal para optar a una plaza de técnico docente en la modalidad de motivación, en los cursos del programa de la Renta Mínima (PIRMI) gestionados por el IMPO, del ayuntamiento de Badalona en 1999.
Este es el anteproyecto que presenté a la entrevista:
Me seleccionaron para ocupar la plaza y el anteproyecto se convirtió en realidad. Con el grupo de mujeres gitanas que integraban el grupo creamos la Compañía de marionetas “Las Tigresas”. Propuse representar una obra de Michel Ende que todas conocían porque habíamos trabajado a partir de ella anteriormente: La sopera y el cazo. El espectáculo permitiría abordar cuestiones relacionadas con el trabajo en equipo, la colaboración, los acuerdos y desacuerdos, las negociaciones, etc.
Trabajé en una adaptación del texto y elaboré un documento con los diálogos de todos los personajes, que de poco nos sirvió dado que un porcentaje alto de mujeres eran analfabetas. Sin embargo, ello no fue ningún obstáculo para que acabaran aprendiendo sus respectivos papeles.
Trabajamos inventando y construyendo marionetas, decorados e inclusive un teatro de guiñol, que hicieron a medida un grupo de hombres que participaban en otro curso del programa PIRMI.
Tras varios meses de dedicación estrenamos la obra. La representación tuvo lugar en una escuela pública del barrio de San Roque de Badalona, la escuela donde las mujeres gitanas que participaron en el proyecto tenían escolarizados a sus hijos. Fue la culminación de un trabajo colectivo increíble que aportó satisfacción a todas las personas que participaron y también a todos los niños y niñas que tuvieron ocasión de ver a sus madres, tías, abuelas y primas, actuando para ellos en la escuela.
Otras escuelas del barrio se interesaron por la representación, pero de ello me enteré años más tarde, estando en Madrid. Nadie consideró que fuera necesario hacernos partícipes del interés que despertó la iniciativa. La Compañía de marionetas se disolvió en cuanto acabó el curso, y también mi contrato.
Hubiera sido maravilloso haberla podido convertir en un proyecto a largo plazo que contribuyera a crear puentes y vínculos entre la escuela, la familia y la sociedad.
El proyecto fue galardonado con el XVIII Premio Serra i Moret, Departament de Treball, Generalitat de Catalunya en abril del 2000.