Los herrerillos comunes (Parus caeruleus) , de vistoso colorido, ágiles y osados, son una de las especies que frecuentan mi jardín. Les gusta probar cualquier nueva golosina que se me ocurra ofrecerles. El ejemplar que aparece en las imágenes lo fotografié a finales de enero de 2016. Ensarté con un cordel encerado y resistente, unas cuantas lonchas de corteza de jamón, con abundante grasa, y las sujeté por un extremo dejándolas colgar al aire. Sin embargo, ello no fue ningún obstáculo para que picotearan hasta la última gota de grasa, haciendo mil y una acrobacias.
Cuando el tiempo es frío, se agradece un aporte extra de calorías para hacer frente a las bajas temperaturas, aunque ello implique tener que hacer mil y una piruetas y reinvertir una parte del aporte energético conseguido, en mantenerse en equilibrio. Ved si no, al acróbata que protagoniza las siguientes imágenes: