¡Esta manzana, bate el récord! Mirad como la han dejado los pájaros. Se han comido incluso la piel, cosa que no recuerdo haber visto nunca hasta ahora. Y yo me pregunto …
¿Será porque el soporte de esta manzana tiene en el extremo un trozo de tapón de corcho en vez de otra pieza que tengo colocada en otros soportes y que consiste en una semilla natural de origen tropical?
La sección redonda del tapón de corcho coincide con la porción de manzana que han dejado sin comer.
¿Será que el tapón les ha dado a los pájaros mayor estabilidad a la hora de subirse a la manzana y por eso la han podido aprovechar mejor?
La semilla termina en punta y hace que la manzana se tambalee. He visto a los pájaros encaramarse sobre la piel reseca que va quedando a medida que se comen la pulpa.
¿La manera en que comen la manzana estará condicionada en alguna medida por el soporte donde está colgada la manzana?
¿O será que esta manzana la he dejado colgada más tiempo que las otras? ¿O …?
Observar siempre hace que me pregunte cosas. Y no me importa muchas veces no tener respuesta para todo lo que me pregunto. Lo que encuentro realmente interesante y también divertido es hacer preguntas. Es lo que posibilita comenzar cualquier proceso de investigación. Sobre manzanas, peras, tapones de corcho o cualquier otra cosa, el mundo está lleno de cosas y fenómenos sobre los que pienso que vale la pena interrogarse.
Es una lástima que en general la educación ponga énfasis en pedir a niños y jóvenes que respondan a las preguntas que formulan los maestros, en vez de hacerlo al revés. Deberían ser los maestros quienes tan a menudo como fuera posible respondieran las preguntas de los niños y las suyas propias también.
Cuando he descolgado el resto de esta manzana me he dado cuenta que los pájaros han respetado los receptáculos que contienen las semillas de esta fruta, dispuestos en forma radial, como mostraba hace unos días, y han ido comiendo la pulpa que los rodea, como si hubieran esculpido una estrella de cinco puntas con el pico.