Así queda una tostada…

 

Así queda una tostada cuando una se pone a hacer fotos de pájaros mientras prepara el desayuno…

El ejemplar que me ha seducido a través de la ventana y que ha hecho que me despistara hasta que he visto salir humo de la tostadora, degustaba ávidamente una manzana cortada por la mitad, colgada de una caña de bambú.

Se trata de una curruca capirotada (Sylvia atricapilla). Su casquete de color pardo (el  píleo), indica que se trata de una hembra. Esta especie presenta una característica conocida con el nombre de dimorfismo sexual. Esto significa que machos y hembras de una misma especie presentan diferencias o variaciones de forma, color, tamaño, etc. El macho de la curruca tiene un píleo negro y es más grisáceo en general que la hembra. Algo que ambos exhiben es una fina ralla de color blanco bajo el ojo, como se puede apreciar en las imágenes.

 

La curruca que me ha cautivado esta mañana me ha entretenido un buen rato hasta que he conseguido atraparla con la cámara, sobre la manzana. No es fácil conseguir una buena toma, hay que disparar muchas veces y perseverar, anticipándose una fracción de segundo al movimiento que va a propiciar una imagen interesante.

Después del percance de la tostada he vuelto a coger la cámara mientras cocinaba a mediodía (con mucho cuidado y un ojo puesto en la cámara y otro en la olla) y he seguido disparando.

Más tarde, con la cocina ya recogida, y una taza de café, me he vuelto a quedar un rato embelesada viendo a la curruca picotear la manzana y a muchas otras especies disfrutando de otras golosinas.

En otro momento presentaré al macho de la curruca capirotada de hoy y explicaré cómo atraer carboneros, ofreciéndoles ristras de cacahuetes colgantes.