Cuando hace unos días, a mediados de mayo, mi padre fue a visitarse con el gerontólogo en el hospital se confirmaron mis sospechas en torno a una cuestión: los enfermos de Alzheimer que han tenido una actividad intelectual intensa, se ven especialmente afectados por los trastornos que causa su enfermedad a nivel cognitivo y sufren con ello. Perciben y se dan cuenta en muchos momentos de las dificultades que les supone realizar actividades que han realizado de forma habitual toda su vida, como por ejemplo leer.
A medida que la enfermedad avanza, la lectura se hace cada vez más difícil. Llega un momento en el que, aunque puedan leer las palabras, no pueden retener su significado ni hilvanar el hilo argumental que las une. Eso es lo que le ocurre a mi padre en estos momentos. Todavía puede leer, mecánicamente hablando, pero se pierde en el aspecto significativo de la lectura y la actividad se convierte en una tarea de máxima dificultad que le genera incomodidad, tensión y cierto desasosiego.  Lo percibo cuando trata por ejemplo de resumirme el contenido del libro de Pierre Loti que lleva meses tratando de leer. Y también cuando lo hace con las noticias del periódico, con las que toma contacto a través de titulares que cada vez entiende menos (a mí me pasa lo mismo con los titulares y las noticias del mundo).
Lo percibo cuando trata por ejemplo de resumirme el contenido del libro de Pierre Loti que lleva meses tratando de leer. Y también cuando lo hace con las noticias del periódico, con las que toma contacto a través de titulares que cada vez entiende menos (a mí me pasa lo mismo con los titulares y las noticias del mundo).
Para quien no haya tenido la costumbre de leer, tal vez el progresivo deterioro de esta capacidad no sea muy significativo ni genere grandes disgustos, pero cuando un enfermo de alzhéimer ha sido un ávido lector, la pérdida es profundamente significativa. En el caso de mi padre yo así lo siento. Y a pesar de todo se esfuerza y no deja de intentarlo. Se resiste además a reconocer las dificultades que les supone y me parece explicable. Su resistencia se puede interpretar probablemente de varias maneras, pero a mí me gusta pensar que es señal de los intentos que hace su cerebro para mantenerse plástico.
Después de visitar al gerontólogo, mi padre me contó que había estado en el siquiatra. El interrogatorio al que se vio expuesto le afectó en varios sentidos y a mí también. A veces, cuando él se da cuenta de las dificultades que tienen para comunicarse tienen la impresión de que se está volviendo loco. Así lo verbaliza en ocasiones y entonces yo prefiero decirle que la verdad es que siempre ha estado un poco loco (y nos reímos) y que ahora lo que le pasa es que se está volviendo viejecito. Viejecito y desmemoriado. Se lo digo con respeto y cariño y creo que agradece y acepta esta simple explicación.
Cuando sacó el tema del siquiatra hace unos días, estaba serio y preocupado. Traté de darle carpetazo ipso facto y cambiar de conversación. No me sentí muy satisfecha. Tuve la sensación de que percibió mi intención de esquivar el tema que él había iniciado. Las maniobras de distracción o de cambio de dirección no siempre resultan fáciles y en ocasiones las realizo de forma brusca.
No hizo más referencias al siquiatra. Unas horas más tarde me explicó apenado un episodio de juventud que transportó al presente y relató como si hubiera ocurrido dos o tres días antes.  Lo reconocí, no era la primera vez que lo oía, pero me sorprendió que de repente volviera a emerger en su cabeza como si se tratara de algo vivido muy recientemente. El episodio era dramático. Él usó repetidas veces esta palabra. Había tenido un amigo que acudía al siquiatra y que desgraciadamente acabó suicidándose. Revivió el suceso muy apenado, mientras yo lo escuchaba atentamente.
Lo reconocí, no era la primera vez que lo oía, pero me sorprendió que de repente volviera a emerger en su cabeza como si se tratara de algo vivido muy recientemente. El episodio era dramático. Él usó repetidas veces esta palabra. Había tenido un amigo que acudía al siquiatra y que desgraciadamente acabó suicidándose. Revivió el suceso muy apenado, mientras yo lo escuchaba atentamente.
Me estuve preguntando por qué había emergido de pronto en su cabeza dicho episodio. Tiempo atrás, cuando todavía podía recordar algunas cosas de su juventud, me había explicado repetidas veces el desgraciado incidente. Memoria y emoción guardan relación, ya lo he comentado en algún otro momento. El suceso le produjo una intensa emoción, no tengo ninguna duda.
Pero, ¿por qué ahora emerge de nuevo?, seguí preguntándome.
Y en algún momento que no puedo precisar he dado con la respuesta. Se trata sólo de una hipótesis. No hay manera de demostrarla: tengo la impresión de que su experiencia con el siquiatra/gerontólogo de hace unos días, propició una delicada conexión con el amigo que visitaba al siquiatra y tuvo un trágico final.
Es una posibilidad que me parece explicable y que refuerza una idea que expuse hace pocos días: el cerebro de los enfermos de alzhéimer trata por todos los medios de conservar su plasticidad, se resiste a perderla. Es capaz de sortear lagunas, espacios en blanco, abismos y desiertos y establecer frágiles y perecederos hilos de conexión.

Cuanto más lo pienso, más sentido le encuentro a mi hipótesis. He contado que a veces mi padre piensa que está loco cuando es consciente de algunos de los problemas que experimenta a causa de su enfermedad y no sabe a qué atribuirlos.
La manera como se percibe a sí mismo en algunos momentos (presumo que se intensificó después de la visita al médico), estoy convencida de que fue lo que le conectó con su amigo. Él nunca ha dicho que estuviera loco. Lo apreciaba mucho. Siempre se ha referido a él con respeto, diciendo que el pobre tenía algún tipo de trastorno o enfermedad mental. Lo recuerda con cariño y con pena.
El recuerdo que emergió de improviso tenía sentido. No se trataba de un episodio inconexo, aunque lo hubiera trasladado al presente. Probablemente necesitó mucho tiempo para conectar al siquiatra con su amigo y estuvo dándole vueltas toda la mañana. Yo ya me había olvidado del siquiatra cuando me lo contó, pero detecté que estaba afectado y lo escuché con mucha atención.
Encontrar explicación a cuestiones como ésta, por indemostrable que sea, me tranquiliza. Siento que acrecienta mi comprensión.
Y siento que los enfermos de alzhéimer, además de respeto y cariño necesitan también ser comprendidos y valorados y hay que esforzarse para hacerlo. Es muy fácil no escucharlos de verdad y dar por sentado que cuentan extravagancias fuera de lugar.
 
		 Hace ya mucho tiempo, años, que trato de afrontar de la mejor manera posible este doble proceso. No fui consciente al principio de la enfermedad de mi padre de que mi propia identidad sufriría cambios. Sólo fui consciente de que él sería víctima de este proceso ineludible.
Hace ya mucho tiempo, años, que trato de afrontar de la mejor manera posible este doble proceso. No fui consciente al principio de la enfermedad de mi padre de que mi propia identidad sufriría cambios. Sólo fui consciente de que él sería víctima de este proceso ineludible. Las confusiones sobre mi identidad se hacen evidentes de forma diferente según si hablamos en directo o por teléfono. Ya hace tiempo que las conversaciones diarias que mantengo con él van precedidas de maniobras de orientación que le recuerdan el binomio hija-Marta, antes de que empecemos a hablar. Sin embargo, a medida que van pasando los minutos tengo la impresión de que el binomio se diluye y llevo semanas tratando de introducir frases que refuercen nuestro vínculo y relación. Algunos días, no estoy segura de si realmente he logrado que no se olvide antes de colgar, de con quién está hablando.  Otros días tengo claro que esto no ocurre y podemos mantener charlas fluidas.
Las confusiones sobre mi identidad se hacen evidentes de forma diferente según si hablamos en directo o por teléfono. Ya hace tiempo que las conversaciones diarias que mantengo con él van precedidas de maniobras de orientación que le recuerdan el binomio hija-Marta, antes de que empecemos a hablar. Sin embargo, a medida que van pasando los minutos tengo la impresión de que el binomio se diluye y llevo semanas tratando de introducir frases que refuercen nuestro vínculo y relación. Algunos días, no estoy segura de si realmente he logrado que no se olvide antes de colgar, de con quién está hablando.  Otros días tengo claro que esto no ocurre y podemos mantener charlas fluidas.










 Sí me atrevo en muchas ocasiones a sugerir soluciones, palabras, ideas, conceptos, etc. Sugerir forma parte del diálogo. Es un sugerir amable y respetuoso que no pretende poner de manifiesto que no encuentra las palabras. Sugerir consultándole para que él esté implicado en la elección de los vocablos. Eso sólo lo puedo hacer si lo escucho atentamente y trato de ponerme en su lugar para poder anticipar en cierto modo su mensaje.
Sí me atrevo en muchas ocasiones a sugerir soluciones, palabras, ideas, conceptos, etc. Sugerir forma parte del diálogo. Es un sugerir amable y respetuoso que no pretende poner de manifiesto que no encuentra las palabras. Sugerir consultándole para que él esté implicado en la elección de los vocablos. Eso sólo lo puedo hacer si lo escucho atentamente y trato de ponerme en su lugar para poder anticipar en cierto modo su mensaje. Me parece  admirable y digno de reconocimiento. Las soluciones que encuentra para salvar lagunas y espacios en blanco son creativas en el sentido literal del término. Encuentra la manera de explicar lo que quiere de una manera original que además resulta en ocasiones graciosa y divertida. No digo que sea siempre así, ni mucho menos, pero existen episodios continuos en los que hace gala de sus habilidades.
Me parece  admirable y digno de reconocimiento. Las soluciones que encuentra para salvar lagunas y espacios en blanco son creativas en el sentido literal del término. Encuentra la manera de explicar lo que quiere de una manera original que además resulta en ocasiones graciosa y divertida. No digo que sea siempre así, ni mucho menos, pero existen episodios continuos en los que hace gala de sus habilidades. Hace tiempo localicé una fotografía antigua de la casa donde vivió con sus padres y sus hermanas mellizas. La pusimos en un álbum, junto a otras de aquellos años. De vez en cuando lo hemos estado viendo y comentando juntos, reviviendo rostros y personas, anécdotas y experiencias y poniendo nombres a algunas caras cercanas que se han ido convirtiendo en desconocidas.
Hace tiempo localicé una fotografía antigua de la casa donde vivió con sus padres y sus hermanas mellizas. La pusimos en un álbum, junto a otras de aquellos años. De vez en cuando lo hemos estado viendo y comentando juntos, reviviendo rostros y personas, anécdotas y experiencias y poniendo nombres a algunas caras cercanas que se han ido convirtiendo en desconocidas.



 Pasamos por nuestras secciones preferidas, como siempre que vamos. En la de artículos para hacer manualidades curioseamos todos los estantes y le fui describiendo el contenido de muchas de las bolsitas transparentes que hay colgadas. En el pasillo de artículos de papelería nos detuvimos ante las libretas. Decidí comprarme una para apuntar todas las cosas que se me ocurren estando con él. Ya tengo una, pero la voy llenando a un ritmo vertiginoso y pronto voy a necesitar otra. Él también se habría comprado una, pero más grande, le gustan especialmente las de tamaño folio, con espiral metálica, tapas duras y papel cuadriculado.
Pasamos por nuestras secciones preferidas, como siempre que vamos. En la de artículos para hacer manualidades curioseamos todos los estantes y le fui describiendo el contenido de muchas de las bolsitas transparentes que hay colgadas. En el pasillo de artículos de papelería nos detuvimos ante las libretas. Decidí comprarme una para apuntar todas las cosas que se me ocurren estando con él. Ya tengo una, pero la voy llenando a un ritmo vertiginoso y pronto voy a necesitar otra. Él también se habría comprado una, pero más grande, le gustan especialmente las de tamaño folio, con espiral metálica, tapas duras y papel cuadriculado.




 El pájaro, que presumiblemente colgaba de la primera rama del tilo que sale hacia el norte, estaba en una posición incómoda y le parecía además que otro pájaro más pequeño estaba posado encima y lo estaba molestando. En algunos momentos le daba la impresión de que el pájaro colgante tenía cuatro patas y en otros no estaba muy seguro.
El pájaro, que presumiblemente colgaba de la primera rama del tilo que sale hacia el norte, estaba en una posición incómoda y le parecía además que otro pájaro más pequeño estaba posado encima y lo estaba molestando. En algunos momentos le daba la impresión de que el pájaro colgante tenía cuatro patas y en otros no estaba muy seguro.
 Las acciones que a veces llevo a cabo para tratar de evitar algunos problemas no siempre me satisfacen.
Las acciones que a veces llevo a cabo para tratar de evitar algunos problemas no siempre me satisfacen. Fue una maniobra amable centrada en el libro y en mi padre. Ambos son muy valiosos y me propongo cuidarlos. El libro lo es para él. Y él lo es para mí. Después de encolarlo y tenerlo sujeto unas horas con gomas elásticas, parece que ha quedado en mejores condiciones. Me refiero al libro, claro está.
Fue una maniobra amable centrada en el libro y en mi padre. Ambos son muy valiosos y me propongo cuidarlos. El libro lo es para él. Y él lo es para mí. Después de encolarlo y tenerlo sujeto unas horas con gomas elásticas, parece que ha quedado en mejores condiciones. Me refiero al libro, claro está. El propósito de dejarle el libro era por una parte intentar desviar su atención del de Loti, cosa que ya no voy a tratar de hacer, y por otra estimular su interés por los pájaros. El objetivo incluye, además del préstamo del libro, planes para colocar algunos elementos que los atraiga al magnolio (sector norte del jardín), para que él también se fije en ellos y desvíe la atención de la imagen inquietante que percibe cuando está en el exterior:
El propósito de dejarle el libro era por una parte intentar desviar su atención del de Loti, cosa que ya no voy a tratar de hacer, y por otra estimular su interés por los pájaros. El objetivo incluye, además del préstamo del libro, planes para colocar algunos elementos que los atraiga al magnolio (sector norte del jardín), para que él también se fije en ellos y desvíe la atención de la imagen inquietante que percibe cuando está en el exterior:  El propósito es por tanto crear un rincón de pájaros. Las maniobras para conseguirlo ya han empezado. Hace ya días reuní un par de herramientas sencillas, algunos materiales para montar una ristra de cacahuetes como las que yo pongo en casa y un soporte para colgar media manzana. Hubiera sido más fácil y rápido montar la ristra en casa y luego llevársela, pero me pareció mucho más interesante que participara en su construcción.
El propósito es por tanto crear un rincón de pájaros. Las maniobras para conseguirlo ya han empezado. Hace ya días reuní un par de herramientas sencillas, algunos materiales para montar una ristra de cacahuetes como las que yo pongo en casa y un soporte para colgar media manzana. Hubiera sido más fácil y rápido montar la ristra en casa y luego llevársela, pero me pareció mucho más interesante que participara en su construcción.

 Eso desespera a los que van a otro ritmo, entre los que me incluyo. Como él no puede cambiar su ritmo y yo sí puedo, cuando me di cuenta, inspiré y exhalé tranquila y relajadamente, entre cacahuete y cacahuete. La ristra pronto estuvo lista para ser instalada.
Eso desespera a los que van a otro ritmo, entre los que me incluyo. Como él no puede cambiar su ritmo y yo sí puedo, cuando me di cuenta, inspiré y exhalé tranquila y relajadamente, entre cacahuete y cacahuete. La ristra pronto estuvo lista para ser instalada. bebederos. Se los enseñé y le gustó la idea de llenar uno de agua y colgarlo. Nos dimos cuenta al hacerlo de que la luz, al incidir en el cristal, produce un bonito efecto.
 bebederos. Se los enseñé y le gustó la idea de llenar uno de agua y colgarlo. Nos dimos cuenta al hacerlo de que la luz, al incidir en el cristal, produce un bonito efecto. La casita que escogimos lleva días colgada del magnolio junto a una incipiente flor. Hemos incorporado otros elementos que aún no he tenido ocasión de fotografiar. De momento no tengo claro si los pájaros se sienten atraídos por el rincón, pero sí sé que mi padre está fascinado con el libro que le presté. Ayer, durante nuestra conversación telefónica diaria, me habló de él espontáneamente y de cómo lo está disfrutando. Tiene intención de comprárselo porque alguien que no recuerda exactamente quien es, se lo ha dejado y cree que tendrá que devolvérselo pronto.
La casita que escogimos lleva días colgada del magnolio junto a una incipiente flor. Hemos incorporado otros elementos que aún no he tenido ocasión de fotografiar. De momento no tengo claro si los pájaros se sienten atraídos por el rincón, pero sí sé que mi padre está fascinado con el libro que le presté. Ayer, durante nuestra conversación telefónica diaria, me habló de él espontáneamente y de cómo lo está disfrutando. Tiene intención de comprárselo porque alguien que no recuerda exactamente quien es, se lo ha dejado y cree que tendrá que devolvérselo pronto.

